MAMI LOKA

Anunciación


Hasta tu vientre baja
lo bendito del vuelo y de la nube.
Y reposa en tus ojos
la luz que se deshoja
tibiamente,
que te rinde las alas
fabricadas de viento y de murmullo.
Ya desnuda de sombra,
aun mojadas de sueños tus dos manos,
se derrama su aliento por tu sangre
que se mece de vida y de promesa.
Como un licor te escuece
dulcemente
por la bailable cuna de tu cuerpo.
Y en tu boca se alumbra
relámpago de risa y de querencia.
Que por tu adentro crece
un tiempo vivo que se enhebra
en la labor de carne y de esperanza.

BG
Me lo ha dedicado un amigo poeta al que admiro

Música que me gusta


lunes, 23 de junio de 2008

Cuando me amé de verdad

Cuando me amé de verdad,
comprendí que en cualquier circunstancia,
yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta,
y en el momento exacto.
Y, entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene nombre...
Autoestima.
Cuando me amé de verdad,
pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional,
no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es...
Autenticidad.
Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente
y comencé a ver que todo lo que acontece,
contribuye a mi crecimiento.
Hoy sé que eso se llama...
Madurez.
Cuando me amé de verdad,
comencé a percibir como es ofensivo tratar de forzar alguna situación,
o persona,
solo para realizar aquello que deseo,
aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada...
inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es...
Respeto.
Cuando me amé de verdad,
comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable...
Personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo.
De inicio, mi razón llamó esa actitud egoísmo.
Hoy sé que se llama...
Amor Propio.
Cuando me amé de verdad,
dejé de temer tener tiempo libre
y desistí de hacer grandes planes,
abandoné los mega-proyectos del futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto,
lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé, que eso es...
Simplicidad.
Cuando me amé de verdad,
desistí de querer tener siempre la razón y,
con eso, erré mucho menos veces.
Hoy sé que eso se llama...
Humildad.
Cuando me amé de verdad,
desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme con el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente,
que es donde la vida acontece.
Hoy vivo un día a la vez.
Eso se llama...
Plenitud.
Cuando me amé de verdad,
percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.
Pero cuando yo la coloco al servicio de mí corazón,
ella tiene un gran y valioso aliado.
Todo eso es...
Saber Vivir!

No debemos tener miedo de confrontarnos...Hasta los planetas chocan...y del caos nacen las estrellas. Cuando uno ama de verdad descubre que no espero nada para mí...sino que me proyecto fuera de mí y eso es
Amar de verdad.

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Gracias Antiqva

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